Sol: ¿La conoces?
Luna: Así es, muchas veces la he acompañado en sus noches de desvelo.
Sol: Yo no la he visto demasiado, al parecer aprecia más la luz que le otorgas tú.
Luna: No creo que sea eso. Si no que quizás ella en la noche puede encontrarle el verdadero significado a las cosas que tanto le cuesta entender y que son esas las que le perturban su mente.
Sol: Puede ser, pero me apena, ya que bajo mi luz ella luce tan viva, tan saludable, pero aun así debo reconocer que su rostro no siempre esta feliz.
Luna: Eso es porque ella se complica la vida, aun más de lo que es. Ella realmente no se acepta tal como es. Ella se somete a un juicio personal, donde debe enfrentar a su gran enemigo.
Sol: Lo sé, aquel enemigo es su reflejo.
Luna: Es una pena, pero ella es fuerte y no se deja dominar por él, aunque le cuesta, pero la mayoría de las veces sale victoriosa.
Sol: Sabes que tengo en mente.
Luna: ¿Qué cosa?
Sol: Busquémosle un compañero, o por último ayudémosle a encontrar uno.
Luna: Será difícil, pero esta bien.
“De este modo pasaron unos meses, el Sol y la Luna estaban agobiados ya que no le encontraban un compañero, pero no se daban por vencidos. Todo seguía igual, hasta que…”
Luna: ¡Sol! Mira, mira…
Sol: ¿Qué, qué, qué?
Luna: Ahí en aquella esquina.
Sol: ¡Wau! Apareció lo tenemos.
Luna: mmm… ¿Será el indicado?
Sol: Pero mira como le brillan los ojos a ella, yo creo que debemos darle una oportunidad, y dejar que ella haga las cosas bien esta vez, y que no cometa los mismos errores del pasado.
Luna: Sí, ella es otra ahora, y él es un completo desconocido.
Sol: Ya listo, creo que nuestro trabajo de celestinos puede resultar esta vez, pero dejémoselo ahora al tiempo.
Luna: mmm…el tiempo, nunca me ha dado buena espina el tiempo, como que se cree el muy muy acá, donde puede controlar los movimientos de cada uno…
Sol: Da lo mismo, este será un nuevo comienzo, una nueva partida que lleva el nombre de. . .
Luna: Silencio Sol, esta vez nadie se puede enterar.
Sol: Esta bien, le pediré ayuda al viento para que me ayude a soplar su nombre a los oídos de él, de ese modo él lo recordará siempre y comenzará a tener curiosidad, jajaja, soy un genio.
Luna: jajaja, sol por favor, dejemos que las cosas pasen porque tengan que pasar, creo que nosotros ya hicimos nuestro trabajo, ahora le toca a ella…
Sol: Sí, bueno.
Luna: Ahora sol nos vamos a tomar un juguito, ¿me acompañas?
Sol: Esta bien, vamos, dejémosla tranquila para que duerma y sueñe. . .
Luna: En un tiempo más volveremos, para ver como va todo.
Sol: Cierra tus ojos y no te compliques, ¡solo vive!
1 comentario:
Empezó como todo formal y de ahí como que la luna y el sol tomaron confianza y hasta fueron a tomarse unos copetitos xD.
Son metíos los weones.
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