domingo, 21 de junio de 2009

Aquél Lugar Mágico. . .No Lo Abandones


Camino bajo un cielo estrellado, contando mis pasos no pienso en mirar atrás. . .Al mirar a los lados veo hermosos jardines de verdes prados, con un río de aguas cristalinas que sigue mi andar. . .De repente una luz cae a mis pies, me arroja con gran fuerza hacía atrás, yo muy asustada levanto mi cabeza y elevo mi mirada, una cegadora blanca luz no me deja ver, pero sin saber lo que es no tengo miedo. . .Lentamente me levanté, esta luz se disipó y vi un enorme corcel blanco, mágico, omnipotente que estaba junto a mí. . .Al mirarlo mas detenidamente me di cuenta que no es un corcel común y corriente, ya que me transmitía seguridad, paz, amor, tranquilidad de que todo estaría bien. . .Ya acompañada seguí mi viaje, miles de pensamientos se cruzaron en mi mente, y ahora realmente los comprendía todos, sabia lo que debía hacer, cómo reaccionar, cómo responder, ya no había duda alguna. . .Este místico viaje estaba llegando a su fin, cuando cada vez se acercaba el final, el miedo y el dolor comenzaron a resurgir. . .Me pregunte el porqué, y era porque me estaba acercando a lo mundano, estaba abandonando la magia, ya no creía en lo bello que es imaginar y soñar, lo estaba perdiendo. . .Por eso me detuve, no quería abandonar aquello y vivir en un mundo que no cree. . .Pero una fuerza extraña me empujó para seguir adelante, y me di cuenta, que no por vivir en un mundo que no cree, yo debía ser igual. . .Es por eso que seguí adelante y lo sigo haciendo, camino constantemente en un mundo que no cree, que ha perdido el misticismo que tenemos cada uno, el que se auto niega y no cree que las cosas pueden cambiar. . .A todas esas personas trato de enseñar y contagiar con mi imaginación y con mis sueños, para que recuerden aquel lugar mágico que habitó en cada uno de nosotros antes de pasar a esta irrealidad fantasiosa llamada mundo.

viernes, 5 de junio de 2009

Lo Digo Todo Pero No Digo Nada.


Miré el techo y fue inevitable no pensar, es algo que trate de impedir ya que al hacerlo normalmente terminó en un estado de completa monomanía, en la cuál no puedo dejar de anhelar aquello que tanto deseo. Esta vez fue totalmente diferente, me pude controlar y pensar dentro de los limites de la coherencia, y no me hice aquella fatídica pregunta que tanto me torturó anteriormente, éstas eran, ¿Qué hubiera pasado si yo...? Para qué me planteaba eso, quizás para satisfacer sueños o no se, tratar de auto complacer mi consciente. Sabiendo que no sacaba nada hacerme esa pregunta, ya que, lo hecho, lo no hecho, lo dicho y lo no dicho, ya está y no hay vuelta atrás. Como he escuchado muchas veces, el pasado es un instante, un momento, que fue y que jamás volverá. Puede sonar melancólico, pero de ese modo es, tan solo nos queda vivir el presente, aquel presente que también será pasado. ¿Tan solo vivir? Puede ser, pero debo decir que soy una testaruda, continuamente digo que he aprendido mi lección, que de mis errores aprendo, etc. Pero al final siempre terminó cometiendo los mismos, y vuelvo donde comencé y así sucesivamente. Pero ahora puedo decir que, como dicen coloquialmente ahora "Estoy en otra pará" mi mente ya no maquina en mi contra, la estoy controlando, aunque tercamente se me quiere escapar. "Mente necia y terca nomás". Mi conclusión es que aquellos pensamientos, sentires, y preguntas confusas, se deben simplemente a que yo no puedo vivir sin sentir. El sentir me hace sentirme viva, me gusta sentir preocupación, me gusta sentir anhelos, me gusta sentir que puedo soñar, me gusta sentir que al levantarme en la mañana luego veré lo que me hace sentir, me gusta sentir miedo. Cuando aparece alguien especial, me gusta sentir ese nerviosismo infantil en mi estomago, las "mariposas" como dicen, las que te recuerdan cuando eras pequeño y te gustaba un compañero y él era la razón para levantarte en las mañanas para ir al colegio, y llegabas feliz ya que lo verías y sentirías esas mariposas, lo hermoso de épocas de ilusiones que se pierden por culpa de las desilusiones. Me gusta sentir que puedo sentir. Me gusta que me hace sentir, es inesperado, sorprendente, e intrigante y lo mejor es nuevo. Pero no se. Tan solo no se. Ve como me explayó y no paro, me voy por las ramas, digo todo, pero no digo nada. Un anhelo, un sueño y definitivamente un sentir todo entre éstas líneas.

Historia de la sombra.

El primer sabor que recuerda fue zanahoria. El primer olor, un limon cortado por la mitad. Recuerda que lloro cuando descubrio la distancia. Y recuerda que una mañana ocurrio el descubrimiento de la sombra.aquella mañana, el vio lo que hasta entonces habia mirado sin ver: pegada a sus pies, yacia la sombra, mas larga que su cuerpo.camino, corrio. A donde el iba, fuera donde fuera, la persiguidora sombra iba con el.quiso sacarsela de encima. quiso pisarla, patearla, golpearla; pero la sombra, mas rapida que sus piernas y sus brazos, lo esquivaba siempre. quiso saltar sobre ella; pero ella se adelanto. Volviendose bruscamente, se la saco de adelante; pero ella reaparecio por detras. Se pego contra el tronco de un arbol, se acurruco contra la pared, se metio detras de la puerta. Donde el se perdia, la sombra lo encontraba.por fin, consiguio desprenderse. Pego un brinco, se echo en la hamaca y se separo de la sombra. Ella se quedo debajo de la red esperandolo. Después supo que las nubes, la noche y el mediodia suprimen a la sombra. Y supo que la sombra siempre vuelve, traida por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo. Y se acostumbro. Cuando el crecio, con el crecio su sombra. Y el tuvo miedo de quedarse sin ella. Y paso el tiempo. Y ahora, cuando se esta achicando, al cabo de los dias de su vida, tiene pena de morirse y dejarla sin el.
Las palabras andantes.
100 relatos breves, Eduardo Galeano.