martes, 7 de octubre de 2008

Un poco NO, definitivo YO estar LOCA.


Un bonito ejercicio es hablar sola, aunque digan que es loco el que habla con uno mismo, pero yo les digo, ¡Me encanta estar loca! ser loca me fascina, y siempre lo reconozco, un poco de locura no le hace mal a nadie, al contrario le hace ver todo mas claramente. ¡Soy una loca cuerda!. Estas loca, constantemente escucho eso, y les digo si lo sé, con una enorme sonrisa en mi rostro, es que en realidad no me afecta estar loca, loca, loca, loca, ¡hay que lindo!. Recuerdo que cuando era mas pequeña, era totalmente lo opuesto a lo que soy ahora, le tenia miedo a todo, si algo no me gustaba simplemente me quedaba callada, estaba sometida a un mundo utópico, no me importaba lo que pasaba en mi alrededor. Cuando me gustaba un chico siempre lo guardaba en mi corazón, el nunca se enteraría que era mi sueño, etc. Diré que ahora no me quedo callada por nada, menos ante la injusticia, la odio realmente, soy una parlanchina, y eso a veces me trae muy malos ratos, pero realmente prefiero ser parlanchina y decir lo que pienso, en vez de guardármelo y quedar con la sensación de que pude haber hecho algo, y que no lo hice por miedo, así que ¡Vivan los parlanchines!. Ahora si me atrae o gusta un niño, soy jugada al 100%, soy muy directa, demasiado directa diré, es que pienso y no sé me encanta el riesgo, ya que como bien dice el dicho; "Quien no se arriesga no cruza el río", eso es verdad, ya que el amor no vendrá y te tocara la puerta y te dirá, ¡toc toc soy tu amor!, eso es ridículo. Aunque no negare que me encantaría que un día me tome por sorpresa el niño que me gusta, y me mire y paf! me de un beso, seria de ensueño, jajaja, solo es un DESEO, ¿se puede lograr?, yo creo que si, por lo menos yo soy tan espontánea que pienso que yo si lo haría, o sea sin pensarlo, ahí hay dos tipos de reacción del susodicho, primero le gusto el beso y te da otro y son felices para siempre, como en los monitos animados, la otra opción es que después del beso te manden muy lejos, o sea como se dice coloquialmente, ¡te mande a la chucha!. Pero como lo dije antes son riesgos que yo estoy dispuesta a correr, no se tú, te lo dejo como interrogante, pregúntatelo ¿Qué harías? Cu cu cu cu, jajaja, ¡me amo, me encanta ser yo! Al parecer la primavera me puso aún más loca, no sé, juzgue usted.


Ah!

Esta historia continuara.




1 comentario:

Rosenrot ●๋: dijo...

Que lindo. Me sentí idenfitificada. Continuamente me llaman loca, no sé porque (xikle)ahahaha.
Una vez recuerdo haber conversado con alguien si realmente los locos estaban locos, y los cuerdos, cuerdos.¿Y si es al revez? Wajajaja, no sé, son valas de conversacion :P
Y sobre eso de que el amor hay que buscarlo, no sé, no creo que sea tanto así. Creo que el amor llega cuando de verdad no lo esperas (aunque se lea cursi), lo que sí creo que hay que hacer es jugársela cuando se presenta, porque obviamente nunca se da todo en bandeja :P
y eso! me gustó tu escrito =). Es bacan esto de poder comentarse los escritos y volás de blog :P
Un saludos aleeee :D

Historia de la sombra.

El primer sabor que recuerda fue zanahoria. El primer olor, un limon cortado por la mitad. Recuerda que lloro cuando descubrio la distancia. Y recuerda que una mañana ocurrio el descubrimiento de la sombra.aquella mañana, el vio lo que hasta entonces habia mirado sin ver: pegada a sus pies, yacia la sombra, mas larga que su cuerpo.camino, corrio. A donde el iba, fuera donde fuera, la persiguidora sombra iba con el.quiso sacarsela de encima. quiso pisarla, patearla, golpearla; pero la sombra, mas rapida que sus piernas y sus brazos, lo esquivaba siempre. quiso saltar sobre ella; pero ella se adelanto. Volviendose bruscamente, se la saco de adelante; pero ella reaparecio por detras. Se pego contra el tronco de un arbol, se acurruco contra la pared, se metio detras de la puerta. Donde el se perdia, la sombra lo encontraba.por fin, consiguio desprenderse. Pego un brinco, se echo en la hamaca y se separo de la sombra. Ella se quedo debajo de la red esperandolo. Después supo que las nubes, la noche y el mediodia suprimen a la sombra. Y supo que la sombra siempre vuelve, traida por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo. Y se acostumbro. Cuando el crecio, con el crecio su sombra. Y el tuvo miedo de quedarse sin ella. Y paso el tiempo. Y ahora, cuando se esta achicando, al cabo de los dias de su vida, tiene pena de morirse y dejarla sin el.
Las palabras andantes.
100 relatos breves, Eduardo Galeano.