lunes, 17 de noviembre de 2008

Dialogo entre una mariposa y una flor.

Mariposa: que lindo día es.
Flor: no creo que sea lindo para todo el mundo.
Mariposa: ¿Por qué lo dices?
Flor: hoy descubrí lo que es el dolor.
Mariposa: ¿el dolor? Te refieres a aquel que se siente cuando una flor es arrancada de su raíz, o todo lo que se llega a sentir cuando somos maltratadas.
Flor: no, no me refiero a ese dolor, sino que al dolor del desamor.
Mariposa: ¿el desamor? Pero como puedes saber lo que es el desamor, si no sabes lo que es el amor.
Flor: ¿el amor? Claro que sé lo que es el amor, es aquel estado de somnolencia donde no te das cuenta de lo que estas realizando, donde lo único que te hace feliz, es ver los ojos, la sonrisa de tu amado, aunque sea solo un momento, solo el hecho de estar cerca te hace vivir tu fantasía ideal de lo que es el amor. El aire se hace denso, no te salen las palabras solo lo contemplas en su perfecta forma, te sonrojas, suspiras, andas constantemente en las nubes. Uf! Podría seguir describiéndolo pero existen múltiples formas de sentirlo, y de contemplarlo.
¿Complejo no?

Mariposa: ya entiendo… pero ¿Qué fue lo que te hizo conocer el desamor?
Flor: mira a aquella niña.
Mariposa: ¿Cuál?
Flor: aquella que esta sentada solitaria en el pasto, que mira constantemente hacía acá con una mirada perdida.
Mariposa: ya la veo, pero aún no entiendo.
Flor: lleva dos días enteros esperando ahí, llora, no come, solo implora para que su amor venga a salvarla.
Mariposa: pero, porque tan solo ella no se levanta y lo va a buscar.
Flor: porque ese sentimiento fue tan solo de ella.
Mariposa: ¿Qué podemos hacer?
Flor: yo creo que el destino le tiene escrito un nuevo capitulo en su vida, si tan solo ella dejara todo lo que no fue atrás podría darse cuenta que su desamor, es la oportunidad para reencontrarse con ella misma, y comenzar a caminar con otro rumbo.
Mariposa: mira hacia allá.
Flor: ¿Qué hay?
Mariposa: un corazón solitario al cual la podemos unir.
Flor: no, no creo que sea buena idea.
Mariposa: si, es mejor que el tiempo la cure, y no espere nada de nadie, si no tan solo se quede en su lugar, esperando que el verdadero amor la venga a buscar.
Flor: pero ese el problema, ella ya no cree en el amor, y temo que su cuerpo se convierta en una estatua tan fría como un glacial y tan dura como un témpano.
Mariposa: entonces solo nos queda observar, a como ella se convierte.
Flor: a si es mi querida compañera, nos queda tan solo esperar... a no ser que un corazón tan dañado como el de ella la recoja y la saque de esta tempestad de amargura…


2 comentarios:

Rosenrot ●๋: dijo...

oh la weá u.u
es como... no sé xD! pero es lindo =)
un besito lokale, lindo escrito =)!

Unknown dijo...

GRACIAS

Historia de la sombra.

El primer sabor que recuerda fue zanahoria. El primer olor, un limon cortado por la mitad. Recuerda que lloro cuando descubrio la distancia. Y recuerda que una mañana ocurrio el descubrimiento de la sombra.aquella mañana, el vio lo que hasta entonces habia mirado sin ver: pegada a sus pies, yacia la sombra, mas larga que su cuerpo.camino, corrio. A donde el iba, fuera donde fuera, la persiguidora sombra iba con el.quiso sacarsela de encima. quiso pisarla, patearla, golpearla; pero la sombra, mas rapida que sus piernas y sus brazos, lo esquivaba siempre. quiso saltar sobre ella; pero ella se adelanto. Volviendose bruscamente, se la saco de adelante; pero ella reaparecio por detras. Se pego contra el tronco de un arbol, se acurruco contra la pared, se metio detras de la puerta. Donde el se perdia, la sombra lo encontraba.por fin, consiguio desprenderse. Pego un brinco, se echo en la hamaca y se separo de la sombra. Ella se quedo debajo de la red esperandolo. Después supo que las nubes, la noche y el mediodia suprimen a la sombra. Y supo que la sombra siempre vuelve, traida por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo. Y se acostumbro. Cuando el crecio, con el crecio su sombra. Y el tuvo miedo de quedarse sin ella. Y paso el tiempo. Y ahora, cuando se esta achicando, al cabo de los dias de su vida, tiene pena de morirse y dejarla sin el.
Las palabras andantes.
100 relatos breves, Eduardo Galeano.