viernes, 23 de octubre de 2009

Un encuentro.

Hace dos meses me sentía extraviada, todo lo que hacía, veía o pensaba estaba fuera de mi control, no era yo. Durante todo ese tiempo mis motivaciones fueron nulas, nada lograba que saliera de esa somnolencia. Muchas personas se dieron cuenta de mi estado, y trataron de reanimar mi espíritu, pero sin obtener grandes resultados. En mi mente sólo pasaba la pregunta, ¿Estoy haciendo lo que realmente deseo?, ¿Estudio lo que quiero? ¿A dónde va mi vida?, incontable de veces trate de encontrarle respuesta, pero esta nunca la hallé, llegue al punto de decir basta, dejo todo botado y me voy lejos de aquí. Fue allí cuando una mágica y sorprendente invitación llego a mí. Desde aquel día mi vida dio un completo giro. Realmente no puedo decir el proceso completo, pero desde el 3 de Octubre soy otra Ale. Momentos, imágenes, palabras, todo eso remarco lo que significa mi vida, me hizo reabrir mis ojos, y volver a creer en Dios. Si yo creo en él, tal vez lo renegué en algún momento, pero fue por dolor y angustia. También pensé que Jesús me había abandonado, y desamparado en mi gran dolor de perder al Gabriel, me alejé y huí. Pero me di cuenta que nunca me abandono, siempre estuvo conmigo y creyó en mi, no se dio por vencido, y en realidad internamente yo sabia que el estaba ahí. Cobijando y aplacando mi dolor, sabía que nunca lo abandonaría aunque lo dijera. Sinceramente estar con Jesús creer en él, saber que es mi amigo, que nunca me abandonará es lo mejor de mi vida. Siento un profundo amor que se despertó. Y agradezco que eso allá sucedido, ya que ahora realmente siento que no puedo vivir sin él. Saben les parecerá un poco loco, irracional, no lo sé, pero en el lugar que me encuentro ahora, las personas que me rodean, siento que las conozco desde hace mucho tiempo. Sus rostros, sus voces, es como si en algún sueño, o no lo se, es como si desde siempre han estado en mi vida, ni siquiera se la manera de explicarlo bien. Cada sábado siento como mi espíritu es recargado con una energía positiva, hermosa, es un empuje para seguir en este camino. Un camino de amor, de paz, alegría, y de este modo poder contagiar a cada una de las personas que me rodean con esto, que es magnifico, genial, increíble. . . Cada persona que conocí y que estoy conociendo siempre estarán en mi corazón, ya que me han ayudado a volver a mi verdadero camino. Y me siento mejor que nunca. Estoy feliz y ustedes tienen mucho que ver, espero seguir viéndolos cada sábado, cada día, por siempre. Que el señor los bendiga y le agradezco por haberlos puesto a cada uno ustedes en mi vida.

3 comentarios:

Dominique dijo...

somos dos =)

Anónimo dijo...

Yo sé que hay algo pero no sé que es... es comodo, pero creo que me acerco a algo... jejejeje
Pero leyendo tu publicación me viene a la mente algo bakan, y es que lo más importante en la vida es creer en algo y jugarsela por eso, llamese amor, amigos, dios, buda, krishna... etece... eso es lo que importa... somos toda energía que fluye y cuando las motivaciones de la gente se cargan de buenas vibras todo sale mejor... no encuentro una cursileria encontrar a Dios, al contrario, creo que a los que lo reniegan les falta mucho por conocer, pecan de soberbia, son cosas que simplemente se sabe por que se sienten, no se racionalizan...
Encuentro la raja que te hayas llenado de alegría por algo que para muchos es una webá menor cuando en realidad la espiritualidad (Segun mi apreciación) es de lo más importante en la vida de la gente, es lo que la hace sólida, incluso mucho más que el pensamiento político que puedan generar, porque este aspecto trasciende las fronteras de lo racionalizable...
Cariños Ale, sigue jugando con diamantes :)

Carlos Benjamín dijo...

Las palabras no lo pueden expresar mejor, es decir, tu rostro irradia luz; eres una persona nueva.


Un abrazo ale, ya tu sae, nos vemos en esos sabados locos!

Bless

Historia de la sombra.

El primer sabor que recuerda fue zanahoria. El primer olor, un limon cortado por la mitad. Recuerda que lloro cuando descubrio la distancia. Y recuerda que una mañana ocurrio el descubrimiento de la sombra.aquella mañana, el vio lo que hasta entonces habia mirado sin ver: pegada a sus pies, yacia la sombra, mas larga que su cuerpo.camino, corrio. A donde el iba, fuera donde fuera, la persiguidora sombra iba con el.quiso sacarsela de encima. quiso pisarla, patearla, golpearla; pero la sombra, mas rapida que sus piernas y sus brazos, lo esquivaba siempre. quiso saltar sobre ella; pero ella se adelanto. Volviendose bruscamente, se la saco de adelante; pero ella reaparecio por detras. Se pego contra el tronco de un arbol, se acurruco contra la pared, se metio detras de la puerta. Donde el se perdia, la sombra lo encontraba.por fin, consiguio desprenderse. Pego un brinco, se echo en la hamaca y se separo de la sombra. Ella se quedo debajo de la red esperandolo. Después supo que las nubes, la noche y el mediodia suprimen a la sombra. Y supo que la sombra siempre vuelve, traida por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo. Y se acostumbro. Cuando el crecio, con el crecio su sombra. Y el tuvo miedo de quedarse sin ella. Y paso el tiempo. Y ahora, cuando se esta achicando, al cabo de los dias de su vida, tiene pena de morirse y dejarla sin el.
Las palabras andantes.
100 relatos breves, Eduardo Galeano.