
Hace dos meses me sentía extraviada, todo lo que hacía, veía o pensaba estaba fuera de mi control, no era yo. Durante todo ese tiempo mis motivaciones fueron nulas, nada lograba que saliera de esa somnolencia. Muchas personas se dieron cuenta de mi estado, y trataron de reanimar mi espíritu, pero sin obtener grandes resultados. En mi mente sólo pasaba la pregunta, ¿Estoy haciendo lo que realmente deseo?, ¿Estudio lo que quiero? ¿A dónde va mi vida?, incontable de veces trate de encontrarle respuesta, pero esta nunca la hallé, llegue al punto de decir basta, dejo todo botado y me voy lejos de aquí. Fue allí cuando una mágica y sorprendente invitación llego a mí. Desde aquel día mi vida dio un completo giro. Realmente no puedo decir el proceso completo, pero desde el 3 de Octubre soy otra Ale. Momentos, imágenes, palabras, todo eso remarco lo que significa mi vida, me hizo reabrir mis ojos, y volver a creer en Dios. Si yo creo en él, tal vez lo renegué en algún momento, pero fue por dolor y angustia. También pensé que Jesús me había abandonado, y desamparado en mi gran dolor de perder al Gabriel, me alejé y huí. Pero me di cuenta que nunca me abandono, siempre estuvo conmigo y creyó en mi, no se dio por vencido, y en realidad internamente yo sabia que el estaba ahí. Cobijando y aplacando mi dolor, sabía que nunca lo abandonaría aunque lo dijera. Sinceramente estar con Jesús creer en él, saber que es mi amigo, que nunca me abandonará es lo mejor de mi vida. Siento un profundo amor que se despertó. Y agradezco que eso allá sucedido, ya que ahora realmente siento que no puedo vivir sin él. Saben les parecerá un poco loco, irracional, no lo sé, pero en el lugar que me encuentro ahora, las personas que me rodean, siento que las conozco desde hace mucho tiempo. Sus rostros, sus voces, es como si en algún sueño, o no lo se, es como si desde siempre han estado en mi vida, ni siquiera se la manera de explicarlo bien. Cada sábado siento como mi espíritu es recargado con una energía positiva, hermosa, es un empuje para seguir en este camino. Un camino de amor, de paz, alegría, y de este modo poder contagiar a cada una de las personas que me rodean con esto, que es magnifico, genial, increíble. . . Cada persona que conocí y que estoy conociendo siempre estarán en mi corazón, ya que me han ayudado a volver a mi verdadero camino. Y me siento mejor que nunca. Estoy feliz y ustedes tienen mucho que ver, espero seguir viéndolos cada sábado, cada día, por siempre. Que el señor los bendiga y le agradezco por haberlos puesto a cada uno ustedes en mi vida.