Capítulo 1: “El Encuentro “.
Una mañana hermosa vi. Cuando abrí mis ojos, era día viernes tenia que levantarme para ir a la reunión, de repente escucho una voz, a mis oídos parecía tenebrosa pero tan sólo era mamá que me decía-Arïl levántate la reunión ésta por comenzar. Yo tenía mucho sueño realmente deseaba quedarme en cama y no Salir de mi hogar pero me tenía que vestir y asistir sin demora a la reunión. Al ponerme el vestido sentí el viento en mi rostro tan tibio y fresco a la vez era completamente imposible que sucediera eso, tenia la ventana cerrada. Una obertura en alguna parte de mi pieza debe haber, me dije como para satisfacer mi curiosidad. Cuando llegamos a la reunión me encontré con Disa, mi mejor amiga, comenzamos a hablar y ponernos al día con nuestras cosas, ya hacía varios días que no nos veíamos; Hola Disa, le dije – hola Arïl, respondió. En el momento que me saludo la encontré tan extraña que le pregunte ¿Qué le pasaba? y a lo que ella me dijo- Arïl te tengo algo muy importante que decir… Al terminar de decir eso, un viento gélido golpeó mi rostro y la voz de Disa se quebró - Figo está muerto, concluyó. Mis ojos se llenaron de lagrimas, sentía como mi corazón se rompía en mil pedazos, cuando de repente la miro a los ojos y su rostro comienza a cambiar y desde el fondo de su garganta comenzó a surgir una risa ensordecedora – ¿Porqué te ríes?, si es una tragedia, le dije con mi rostro desfigurado por la rabia que me producía su insensibilidad. A lo que ella respondió con risa en sus labios,- ¡¡¡caíste!!! No me dejaste terminar la oración está muerto, pero muerto de ganas de que le des el si. Cuando terminó su frase mi rostro no cambio de aspecto, la sola idea de imaginar a Figo muerto me estremecía el cuerpo y el corazón. Disa seguía hablando,- me lo contó todo ayer me dijo que te quería pero que tú ni lo mirabas y que quería revelar sus sentimientos ante ti, pero que le daba terror aceptar un rechazó. Luego de que Disa me dijo eso reflexioné unos segundos, la broma de ella estaba claro que no me caía en gracia, y la revelación de los sentimientos de Figo hacía mi, eso realmente me alegró, sentía como una enorme felicidad invadía mi cuerpo, - tu sabes Disa que estoy enamorada de él, pero me pasa lo mismo tengo miedo, le dije. Seguimos conversando cuando a lo lejos se escucho,- ¡¡¡shu!!! SILENCIO niñas que va a comenzar la reunión. Mira mira Arïl allá esta Figo, dijo Disa. No lo veo, respondí. Cuando me estaba disponiendo a sentar en el banquillo lo vi. -hola Disa, Arïl, su voz parecía el cantar de miles de querubines sacados de los rincones mas profundos del bosque. – eh… hola Figo ¿cómo estás?, le dije. A lo que respondió, -mmm… biiieeen, yo creo. Se sentó junto a mí, mi corazón se iba a salir del pecho, lo miré a sus ojos celestes cristalinos, y vi cierta preocupación, la intriga se apoderó de mi mente. Iba a preguntarle lo que le preocupaba, cuando escuché.-ATENCIÓN con ustedes Dacoir, - Dacoir es el vocero del pueblo siempre da la reunión o a veces lo reemplaza su esposa su oposición, es extraño como dos personas con pensamientos que difieren completamente del uno con el otro puedan llegar a unirse en matrimonio, supongo que así es el amor, reflexioné. Dacoir siempre anda por las calles diciendo que algo nuevo va a llegar, algo que ni nosotros lo creeremos, en realidad es de esperar estas palabras de un hombre que quiere desviar las atenciones, para que nadie critique sus actos deshonestos. Todos los viernes después de la reunión se va a la posada “EL REY DEL BOSQUE GRÍS” a tomar cerveza y comer sopa de caracoles. -Con esa panza ya no se le debe ni ver los pies y con esa enorme barba gris no se le ven los dientes, irrumpió Disa. SILENCIO niños por favor, resonó en nuestros oídos, nuevamente. Nos conducimos a escuchar a Dacoir, y sus sabias palabras.-Bueno les doy la mas grata bienvenida a todos en un nuevo día viernes, pero este es especial, porqué se preguntaran todos; bueno, hoy cuando me levanté me dije Dacoir por qué no haces algo por tu gente, a lo que me respondí, que sí, todos han colaborado tanto por nuestro pueblo, que se merecen lo que he decidido. Queridos amigos desde hoy y cada viernes por la noche vamos a hacer una celebración bailaremos, beberemos, compartiremos como buenos vecinos. Pero estas celebraciones se realizaran con la cooperación de todos, a mi tesorero acá presente, le deben entregar su aporte, él lo registrará. De este modo tendremos una gran fiesta y nuestros problemas quedaran resueltos de una vez por todas. A lo que el pueblo replicó,- ¡¡BRAVOOOOOO, VIVA DACOIR VIVA!! Dacoir alzó la voz y dijo,-Gracias, gracias aprovechando la ocasión le quiero dar las gracias a las familias Tresa, Pooil, Garfei, Luvric y por supuesto a la posada el Rey del bosque gris, y por favor después de la reunión me tengan lo mismo de siempre gracias. El salón se llenó de risas, a lo que Dacoir se retiró del lugar con una enorme sonrisa triunfal. Cuando todos gritaban por el jolgorio que les había dado la noticia de Dacoir, yo a lo lejos escuché a su señora decir, -Este Dacoir no va a cambiar nunca, como que ahora quiere hacer fiestas después de las reuniones, esto es inconcebible, esto no se quedará así como me llamo Ilere de Dacoir. Su voz realmente me producía temor, me pregunté de qué sería capaz la señora Dacoir. Me levante de mi asiento, le dije adiós a Disa y a Figo…cuando escuché la voz de Figo decir, -Arïl espera no te vayas todavía. -Figo me tengo que ir debo ir a un lugar ahora, le respondí con desgana. -pe…pe pero quiero decirte algo, insistió. -Quédate Arïl anda no seas así con Figo, dijo Disa, con voz y cara insinuando lo que habíamos hablado antes de la reunión. –Yo me voy entonces los dejos, adiós Arïl, Figo, termino de decir Disa. Yo me quede, nerviosa por la situación, yo sola con Figo. Cuando Figo iba a comenzar a hablar, llego Dacoir, y nos dijo,- Niños míos ¿como han de estar con ésta nueva noticia que les he dado? Yo me creo con el deber de retribuir todo lo que la gente hace por su pueblo y se merece el mejor trato ya que sin ella no somos nada, respóndanme vamos no sean tímidos, termino de decir Dacoir, con cara de recibir una aprobación de nuestra parte. -A mi me parece una idea buena pero un poco………, las palabras de Figo fueron interrumpidas por su abuelo, que al ver que Dacoir se precipitaba a nosotros, no tardo en llegar. -No, no como que un poco la idea es genial, Dacoir siempre velando por nuestro bienestar y ahora por nuestra felicidad, no estas de acuerdo Figo mi querido nieto, termino de decir el abuelo. –Si, si abuelo, lo que tu digas, Figo respondió con la voluntad de que su abuelo no quedará mal parado ante Dacoir, pero en realidad yo sabia que no estaba de acuerdo. –Bueno, ya váyanse que la reunión termino, Figo vienes, dijo el abuelo,-no, abuelo voy acompañar a Arïl a su casa, después me vengo, respondió con un poco de nerviosismo Figo, -ésta bien pero no olvides que hoy llega tu prima tercera y tu tía lejanísima a visitarnos mira que Esra, tu prima, tiene muchas ganas de verte, insistió el abuelo, en su cara se veían las ansias a que éste encuentro llegará pronto. Con figo salimos del lugar, caminamos unos cuantos minutos, callados, me preguntaba si llegaríamos a mi casa sin decir ni una sola palabra. -uh… hace mucho frió éste viento que corre está congelándome hasta los huesos, no lo crees Arïl, por fin Figo dijo algo. -así que tu prima tiene mucho deseo de verte, le dije con ironía, hay quiero ver a Figo donde está…donde está…él es tan guapo y lindo, ay estoy totalmente enamorado de él, le dije, no sabia como me había atrevido a molestarlo de ese modo, luego de pensarlo unos segundos me di cuenta que había cometido un error, me estaba poniendo en evidencia. -No sé porqué me da la sensación Arïl de que estás celosa, Fijo lo dijo con voz que denotaba un poco de felicidad. -Perdón yo celosa de ti, me reí con nerviosismo, y concluí en decir, estás loco, -entonces si no estás celosa porqué te burlas de Esra, no la conoces, no sabes nada de ella, parecía un poco enojado Figo al decir estas palabras, será que le gusta me pregunte o está enojado porqué no le dije que si estaba celosa, la situación se ponía cada vez mas incomoda, y parecía que la conversación derivaría a una discusión, a lo que le respondí. -Y la defiendes, ay figo si supieras, sabes mejor ándate y quédate con tú Esra, mira que yo puedo caminar sola a casa, adiós. -Arïl espera no te enojes, Arïl por favor, denotaba una voz de tristeza…hice caso omiso a su llamado seguí caminando, me metí en el bosque que queda camino a mi casa, y comencé a replicar. Que rabia me daba que Figo defendiera a Esra, tan sólo recuerdo el verano pasado, me hizo la vida imposible, claro como se iba a enterar de esto Figo, si ese verano andaba en Jiliop, no sabe que la conozco y de la peor manera. Seguí caminando, me detuve abruptamente porque sentí que algo me seguía. ¿Quién anda ahí? Figo eres tú. Pregunte unas tres veces, pero nadie respondió. Alenté mi paso, para llegar a mi casa lo más rápido posible, aquel gélido viento que golpeó mi rostro en la tarde volvió, me detuve estupefacta por lo que pasaba a mí alrededor. Las hojas que yacían en la tierra, se elevaron y se dirigieron hacia a mi, me envolvieron por completo, estaba metida en el centro de las hojas reunidas, lentamente mis pies comenzaron a separarse del suelo. Mi cabello castaño se torno más brillante de lo que comúnmente es. Cuando las hojas comenzaron a hacerse menos gruesas logré ver una luz suave que caía desde el cielo que tapaban los enormes arboles, a esta luz la acompañaba un polvareda de color escarlata. Las hojas me arrojaron al suelo, yo caí de rodillas, y elevé mi mirada. Una hermosa mujer estaba mirando hacia mí, su cabello rojizo largo hasta sus tobillos, su ropa era celestial, sus ojos celestes como el agua cristalina del Rio Freuth. Esta hermosa dama me sonrió, me dio su mano y me alzó a su lado, juntas sin decir una palabra comenzamos a caminar. Cuando llegamos a orillas del Río Freuth, una voz angelical lleno mis oídos, y ésta dijo,- Arïl, quizás no me reconozcas, pero alguna vez fui lo que tú llamabas abuela, mi nombre ahora es Trehlio, fui enviada a proteger el pueblo, dijo la mujer. Mi ojos se salían de mi rostro a mi pensar, estaba sorprendida con todo esto, a lo que dije, -¿proteger el pueblo? Pero ¿de qué?, Trehlio me miró con sus profundos ojos, y me respondió esto, -Éste pueblo hermoso y lleno de tantas personas alegres y sencillas, vivirá una tragedia horrible, los bosques se quemaran, los ríos se secaran y toda la magia que tú sabes que existe en éste lugar perecerá. Arïl no quedará nada, terminó de decir con sus ojos llenos de lágrimas. En aquel momento mi mente se lleno de recuerdos vividos en éste lugar, esto no podía ya no existir. Le pregunte a Trehlio qué podía hacer al respecto, ella me dijo,- Mira a tu alrededor y lo entenderás. Vi el bosque, vi el río, y algo extraño sucedía, las aguas del río comenzaron a brillar, me acerque y vi hermosas criaturas. Estas comenzaron a salir del agua. Divinos blancos corceles, bellas damas y hombres vestidos todos iguales, con las orejas puntiagudas y ojos color verde, su estatura era mediana, pero eso no les quitaba su celestial presencia. Lo que mis ojos veían era todas las criaturas que existían en nuestras leyendas, no eran sueños, no era un cuento infantil, ellos si estaban. Alce mi mano, Trehlio la tomo, comenzamos a caminar, las criaturas nos seguían. Y éstas comenzaron a cantar, alentando nuestro paso.
Trehlio dama del bosque,
A tu creación hemos venido,
Vive contigo, sueña contigo,
Blancos corceles te acompañan,
Hermosos Lierun te protegen,
El bosque blanco y puro será,
Dale a Arïl su verdadera identidad,
Salgan todos a celebrar,
Que la dama del bosque Trehlio
A su encuentro se dirigirá.
Continuara…