
Aquella imperecedera tarde parecía recorrer mis mas recónditos recuerdos de cómo viví aquel momento. Recuerdo una suave neblina que caía sobre mi cuerpo. Fue aquel momento mágico que jamás se volverá a repetir. Tardes completas lo volví a buscar pero no, nunca llego. Se lleno mi corazón de una esperanza utópica, onírica, incapaz de razonar con la realidad. Siempre me hago la misma pregunta, ¿Qué es lo que pasa conmigo, tan solo una vez lo viví y qué ya no volverá jamás? Ya no existe explicación de mi parte tan solo resignación. Quizás suene apresurado, grave, impensado, irracionalizado, etc. Simplemente ya no puedo mas, ya no resisto sentir esto que siento. Un vacio enorme que ya no se podrá llenar con nada, y que no se podrá remediar, ya que el destino me ha demostrado que no existe ese tal para mi, tan solo existe el ideal. Como lo sabe mi alma y mi mente, aquel tal aparecerá solo en mis sueños, en mis ovaciones celestiales que cada noche le proyecto a mi consiente pero que no logra llevar a cabo, ya que es tan terco y aun cree que esta ahí. Ya no creo, creo que no en nada, cero sentir, cero emoción, cero nulo, no hay nada, es como no creer en el amor sea de la indole que sea. ¿se podrá volver a creer en él o por útimo en la ilusión?, ya que ella también desapareció, se esfumo con el ultimo grito que explayó.