martes, 12 de mayo de 2009

Como si no supiera.


Aquella imperecedera tarde parecía recorrer mis mas recónditos recuerdos de cómo viví aquel momento. Recuerdo una suave neblina que caía sobre mi cuerpo. Fue aquel momento mágico que jamás se volverá a repetir. Tardes completas lo volví a buscar pero no, nunca llego. Se lleno mi corazón de una esperanza utópica, onírica, incapaz de razonar con la realidad. Siempre me hago la misma pregunta, ¿Qué es lo que pasa conmigo, tan solo una vez lo viví y qué ya no volverá jamás? Ya no existe explicación de mi parte tan solo resignación. Quizás suene apresurado, grave, impensado, irracionalizado, etc. Simplemente ya no puedo mas, ya no resisto sentir esto que siento. Un vacio enorme que ya no se podrá llenar con nada, y que no se podrá remediar, ya que el destino me ha demostrado que no existe ese tal para mi, tan solo existe el ideal. Como lo sabe mi alma y mi mente, aquel tal aparecerá solo en mis sueños, en mis ovaciones celestiales que cada noche le proyecto a mi consiente pero que no logra llevar a cabo, ya que es tan terco y aun cree que esta ahí. Ya no creo, creo que no en nada, cero sentir, cero emoción, cero nulo, no hay nada, es como no creer en el amor sea de la indole que sea. ¿se podrá volver a creer en él o por útimo en la ilusión?, ya que ella también desapareció, se esfumo con el ultimo grito que explayó.

lunes, 4 de mayo de 2009

Algo


Pequeña utopía efímera
que se apodera de mi ser
cada vez
que esta cerca de tú esencia.

Aquel misterio ininterrumpido

que se apodera de mi pensamiento
cuando
escucho tú voz en el aire.

Sentimientos rebuscados e implicados

encuentros fortuitos y buscados

aquello fue tentado, rechazado y aceptado.


¿Lo ves?
¿Se puede sentir?

¿Se puede aceptar lo nuevo?

Si tan solo. . .pasa
algo

Historia de la sombra.

El primer sabor que recuerda fue zanahoria. El primer olor, un limon cortado por la mitad. Recuerda que lloro cuando descubrio la distancia. Y recuerda que una mañana ocurrio el descubrimiento de la sombra.aquella mañana, el vio lo que hasta entonces habia mirado sin ver: pegada a sus pies, yacia la sombra, mas larga que su cuerpo.camino, corrio. A donde el iba, fuera donde fuera, la persiguidora sombra iba con el.quiso sacarsela de encima. quiso pisarla, patearla, golpearla; pero la sombra, mas rapida que sus piernas y sus brazos, lo esquivaba siempre. quiso saltar sobre ella; pero ella se adelanto. Volviendose bruscamente, se la saco de adelante; pero ella reaparecio por detras. Se pego contra el tronco de un arbol, se acurruco contra la pared, se metio detras de la puerta. Donde el se perdia, la sombra lo encontraba.por fin, consiguio desprenderse. Pego un brinco, se echo en la hamaca y se separo de la sombra. Ella se quedo debajo de la red esperandolo. Después supo que las nubes, la noche y el mediodia suprimen a la sombra. Y supo que la sombra siempre vuelve, traida por el sol, como un anillo en busca del dedo o un abrigo viajando hacia el cuerpo. Y se acostumbro. Cuando el crecio, con el crecio su sombra. Y el tuvo miedo de quedarse sin ella. Y paso el tiempo. Y ahora, cuando se esta achicando, al cabo de los dias de su vida, tiene pena de morirse y dejarla sin el.
Las palabras andantes.
100 relatos breves, Eduardo Galeano.